Hay Decisiones que traen Vida o Muerte

David Censa al Pueblo

 Se levantó Satanás contra Israel e incitó a David a que hiciera censo del pueblo.

1 Crónicas 21 2:17

 Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa.

Respondió Joab: ¡Que Jehová añada a su pueblo cien veces más de lo que es, rey, señor mío! ¿Acaso no son todos ellos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, que traerá pecado sobre Israel?

Hoy vamos a estudiar este pasaje bíblico, de esta forma entenderemos que antes de tomar decisiones de la índole que sea en nuestras vidas debemos consultar con nuestro Jefe El Gran Yo Soy, El jefe del escuadrón.

Satanás incitó al rey David para que hiciera el censo  y Dios permitió que el diablo hiciera esto.

Ahora bien, el hecho de hacer un censo en sí no es pecado, el pecado de David realmente no fue mandar a Joab a realizar el conteo del pueblo. ¿Cuál fue realmente el pecado? Satanás siempre se opone a los planes de Dios y él busca destruir; entonces, agita el corazón de David y pone orgullo en él para que considere la fuerza militar de su reino, en lugar de continuar depositando toda su confianza en Dios. David es puesto a prueba por parte de Dios al permitirle a Satanás que incitara al rey a este censo.

Y en esta prueba permitida por Dios, Satanás incitó a David, y en la primera parte de la prueba su mala dicción trabajo muerte, desesperación, confusión y enfrentamiento.

 ^¨Esto desagradó a Dios, el cual castigó a Israel.  Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la maldad de tu siervo, pues he actuado muy locamente.¨

El rey David, por su propia naturaleza pecaminosa, y por las artimañas del diablo, cae en el pecado de dejar de confiar en Dios y querer saber el tamaño de su ejército. El censo le muestra al rey David que cuenta con un ejército de un millón cien mil hombres aptos para el servicio militar, esto sesga el pensamiento de David, que lleno de orgullo, se siente poderoso, al contar con un gran ejercito y quita la mirada de su verdadero poder que es en la roca de su Salvación, Dios.

Joab interpreta correctamente que esto no será bien visto por Dios y trata de hacer desistir al rey de su pensamiento, pero la palabra de David prevaleció contra Joab. Después de realizado el censo, la ira de Dios se enciende contra el pueblo de Israel y David reconoce su pecado. Pero las consecuencias no se hacen esperar, Dios envía a Gad, vidente de David para que le de a escoger entre tres tipos de castigo que vendrá sobre él.

1-Crónicas 21:12

 “Escoge para ti: o tres años de hambre, o por tres meses ser derrotado delante de tus enemigos con la espada de tus adversarios, o por tres días la espada de Jehová, esto es, la peste en la tierra, y que el ángel de Jehová haga destrucción en todos los términos de Israel. Mira, pues, qué responderé al que me ha enviado.”    

David escoge caer en la mano de Dios y no de sus enemigos, por lo que Dios envió como castigo por el pecado del rey, una epidemia que mató a setenta mil hombres de Israel.

Reflexión:

El pecado real de David, fue llenarse de orgullo y confiar más en el ejército que tenía y quitar su mirada y confianza de Dios. Como consecuencia vino el castigo de parte de Dios que afectó a toda la nación.

Nuestros actos y decisiones, no solo nos afectan a nosotros, sino que afecta a los nuestros. En este caso el pecado del rey afectó a la nación de Israel; en nuestro caso, nuestros errores y pecados pueden traer consecuencia para nuestra familia o nuestra congregación, vida, en fin nos afecta nuestro medio de existencia.

Tal hizo David reconoció ante Dios que había pecado y pidió misericordia reconociendo su pecado de su alocada decisión.

Y dijo David a Dios:

¨¿No soy yo el que hizo contar al pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Jehová Dios mío, caiga ahora tu mano sobre mí, y sobre la casa de mi padre, pero no envíes la peste sobre tu pueblo.¨

Permanezcamos tomados de la mano de Dios y no quitemos nuestra mirada de Jesucristo, autor y consumador de nuestra fe. Entrega hoy ofrenda de paz a nuestro Dios y su misericordia es eterna.

Bendiciones millllllllll, amor y paz